Negociar con la ex pareja

child-and woman looking

Hace poco, una alumna me preguntó por este tema en clase, cuando estabamos hablando de la negociación. Normalmente en el curso, no hablamos de manera tan específica de la negociación con la ex pareja, aparte de lo que cada una hable cuando hagamos el juego de rol para practicarlo. Hablar del tema me recordó una canción de country que oía en la radio cuando era pequeña que decía «Todas mis ex viven en Tejas, y por eso vivo yo en Tennessee». O sea, que bien lejos. Pero es cierto que es muy frecuente tener que negociar con la ex pareja cuando hay hijos comunes y no es tan fácil como irte a otro sitio.

En mis clases, intento siempre enseñar herramientas que podemos utilizar para tomar decisiones, más que dar consejos. Encuentro que siempre hay gente que nos quiere decir qué tendríamos que hacer, e igual que a mi me gusta decidir sobre mi vida, no quisiera nunca quitarle a nadie el gusto de tomar sus propias decisiones. En la clase me llegaron a pedir mi consejo, relacionado con mi propia experiencia negociando con el padre de mi hijo. Llevo efectivamente 10 años de custodia compartida con el padre de mi hijo y puedo afirmar que no es fácil, pero es posible.

Como me han preguntado, me he puesto a pensar en qué puedo decir que se pueda generalizar sobre el tema. Conste que no es que recomiende ningún régimen de custodia en concreto, ni quiero decir que siempre se pueda negociar, enfin, no quiero ni pretendo dar consejos. Más bien comento algunas cosas que me han ido bien a mí que creo que pueden ir bien a otras personas en un sentido muy general.

Escoge tus batallas: al principio de separarme, había varias cosas que hacíamos con el niño de una manera determinada, muchas veces porque era la manera que me parecía bien a mí, y el padre me dejó hacer. Pero al separarnos, ya no quiso hacer algunas cosas como las habíamos hecho y cuanto más tiempo llevamos separados, más difícil es que esté de acuerdo en pactar reglas o maneras de hacer conmigo. Con el tiempo, he decidido seguir intentando hablar sobre temas (¿cúanto rato le dejas ver la tele? ¿jugar con el Play? etc.), pero sólo me pongo pesada cuando me parece que hay un problema importante.  Así que creo que es importante tener claro que crees que es importante para tí. ¿La comida? ¿La tele? ¿La escuela? ¿La nueva pareja de tu ex? Yo reflexiono periódicamente sobre mi hijo y cómo le van las cosas, cómo veo que está mi hijo conmigo y con su padre, la pareja y la familia de su padre (por lo que explica y lo que veo), la escuela, los amigos del niño, cómo pasa su tiempo, su salud, etc.para tener tiempo para plantearme qué hacer si hay algo problemático.

Si hay que hablar, planifica un poco antes de hablar: Lo que dije en clase fue «por definición tu ex es gilipollas, por eso es tu ex». No es muy bonito, pero creo que cuando estamos separados, tenemos que pensar que lo normal es que pueda haber algún problema, entonces creo que es mejor no intentar hablar sobre la marcha, o de cualquier manera. Pienso en el problema y cómo lo puedo describir de la manera más clara, hablando en concreto y no en general. ¿Por qué es un problema? ¿Puedo hacer algo para solucionar o mejorar este problema sin hablar con mi ex? Qué recursos tengo para mejorar la situación? ¿Hay algo que le pueda animar al otro a hacer lo que le voy a pedir? ¿Puedo aplicar una consecuencia negativa si no hace lo que quiero?

Tener cuidado de tu propio estado: Al principio de separarse, seguimos teniendo relación con la ex pareja, y seguimos con dinámicas y opiniones sobre la persona con la que hemos estado. Queremos que hagan las cosas como creemos mejor y damos importancia a sus opiniones y juicios. También comparamos como viven y qué hacen y dejan de hacer con lo que hacían antes y con lo que hacemos nosotras. Con los años, francamente he decidido que no quiero saber nada más de lo imprescindible de mi ex, y sólo en lo que pueda afectar al niño. Acepto que hay una parte de la vida de mi hijo que no puedo compartir, y mientras no le perjudique, no me meto. Si tengo que hablar o hacer algo, presto atención a cómo estoy e intento respirar, relajarme y tener estrategia para solucionar el problema. Me tengo que mantener en cierta margen por eso, dormir suficiente, organizar tiempo para descansar, ser realista en lo que puedo hacer en un día. La crianza va por largo, y lo veo como una carrera de fondo.No puedo mirar sólo al niño, sino también tengo que mantenerme en condiciones para seguir cuidando de él.

Planes de apoyo: Ahora, habiendo dicho que intento no meterme, reconozco que a veces no se puede evitar hacer algo respecto a tu ex. Hace algún tiempo, cómo muchas personas que han pasado la crisis en España, mi ex tuvo un problema económico que hizo que pasara un tiempo sin tener agua corriente en su casa. Intenté hablar con él, e intenté primero ir por temas de mínimos imprescindibles. No me quiso hablar del tema, así que primero le dije que el niño no podía pasar 5 días sin ducharse, y quedó con un familiar para que el niño se duchara en su casa. Pero la situación se fue alargando y empeorando, y finalmente tuve que decirle que consideraba que no daba las condiciones mínimas imprescindibles, que hablara conmigo o con servicios sociales. No sé si lo tendría que haber hecho antes, pero le dejé el espacio que consideraba que le podía dejar. Intentaba respetar su manera y capacidad de solucionar problemas. Pero con un poco de sentido común y viendo cómo el niño lo vive.

En mi libro hay una parte sobre cómo hacer planes de seguridad con los niños, para los casos más extremos. Las personas abusivas pueden serlo en todas las relaciones o solo en algunas de ellas, y muchas veces no puedes impedir que tus hijos tengan que ir con la persona abusiva. Entonces se les puede ayudar con mecanismos que puedan utilizar para protegerse si tu no estás con ellos para protegerlos. No puedo reproducirlo todo aquí, pero puedes ayudarles a pensar en personas que les puedan ayudar (personas de confianza, sitios seguros, tanto dentro como fuera de casa). Les puedes hacer memorizar números de teléfono, incluso palabras clave que pueden utilizar para pedir ayuda. Puedes tener ropa, algunas fotocopias importantes, u otras cosas en casa de un vecino o familiar de confianza. Un móvil propio puede ser muy útil en estos casos, con los números importantes en la memoria. Creo que lo más importante es intentar montar recursos para los niños, hablándoles todo lo que puedas en función de su edad. Y también quitando todo el drama que puedas, ya que nuestra ansiedad no ayuda a los niños.

Siempre tengo en cuenta el ejemplo que doy a mi hijo cuando está conmigo. Intento evitar hablar de los temas problemáticas con su padre delante de él, pero si el otro hace algo inapropiado, se lo digo delante del niño, aunque tenga dificultades para hacerlo bien. Sé que muchas mujeres que han sufrido abuso en su relación de pareja acaban saliendo porque están pensando en el ejemplo que dan a sus hijos y/o directamente quieren protegerles. Hacemos lo que podamos para dar un buen ejemplo, pero a veces también les tenemos que mostrar cómo defenderse, aunque sea de nosotros. Tampoco podemos evitarles siempre los disgustos. No quiero irme a vivir en Tennessee (sin querer ofender a los de ese estado estupendo), así que intento vivir y dejar vivir donde estoy.

 

Acerca de femautodefensa

Soy profesora de autodefensa feminista, aikido y recuperación. También soy autora de los libros ¿Estás segura? Autodefensa y las claves de la auténtica seguridad y, en 2021, Autodefensa feminista para todo el mundo.

Un Comentario

  1. Elida Marcos

    Great Karen!!! muy bueno e instructivo 🙂

    Me gusta

Deja un comentario